
Así es liños y liñas del ciberespacio, es hora de continuar con la miniserie "Ese momento Incómodo".
En esta ocasión, como los más avispados podrán intuir por la foto decorativa, trataremos el tema de los parecidos. Lo habían adivinado?... bien por uds!. Ahora, he aquí la dificultad, de qué forma, pues de la forma más incómoda e irritante posible... hablo de esa circunstancia en que conoces a alguien o a un grupo de alguienes (... pues yo puedo hacer que esa palabra exista... licencia de escritor) y la primera frase que estos brutos sin habilidad social pronuncian al momento en que eres presentado es: "oye este wn es iwal a - digamos - Petronilo ". Puta la wea - piensas tú - de entraita la hinchada de weas. Y desde esa frase en adelante lo único que se escucha son comentarios del tipo "oooh weon la cagó", "no, aonde, el petronilo tiene más pakete"=( , "de veras!". Y mientras todos rien de la casualidad popular, a ti t toca poner cara de imbecil y sonreir noma y esperar que esto acabe pronto. Pero aunque este incomodísimo ritual haya terminado, iwal tendrás que mamarte el aporte del tipo "weon realmente es iwal al petronilo" cada vez que gesticules de una manera en que, coincidentemente, tb lo hace tu nueva persona favorita en el mundo, Petronilo.
Muy bien, si esto les pareció incómodo no conocen mi historia. Y aunque la conozca, la relataré de todas formas para la posteridad.
Un día como cualquier otro fui a la casa de un compañero de universidad a estudiar, nada hacía presagiar el tormento que se avecinaba. Todo parecía bastante normal. Al menos hasta la hora de la once en la que entraría en este cuadro una persona que se encargaría de jugar con la incomodidad de un joven comensal de una manera realmente admirable (ese don generalmente lo posee la gente de una generación anterior... me pregunto por qué), la madre. Una señora amable y generosa, pero que tenía planeado un fin siniestro para este desayuno de tarde/noche. El momento en que ya todos nos prestábamos a dar por finalizada la sobremesa fue el momento elegido por la mencionada señora para dejar caer el comentario que acabaría con mi tranquilo paso por esta casa... "oye, este niñito es iwal a la tia - digamos - Pepita". Juró que pude sentir un puntete en mi entrepierna al terminar la frase y tb que pude percibir en camara lenta, la primera y estruendosa carcajada que mis compañeros emitieron. Esta señora había destruido mi espíritu alegre y juvenil en 2 segundos. Y lejos de darse cuenta de aquello y quedarse piola, ella seguía, con desconcertante alevosía, empeorando las cosas. Que cómo podrían empeorar las cosas?? que tal con esta joyita de comentario "oye pero no te preocupes -me dijo - si la tia Pepita era modelo". Y mientras mis compañeros doblaban sus carcajadas yo pensaba "De verdad esta sra creerá que me consuela el hecho de que no sólo me parezca a una mujer que ni conozco, sino que aparte sea una mujer bonita". Ahora la señora había tirado al suelo mi dignidad y la había pateado repetidas veces hasta que vomitara sangre. Pero uds deben creer que ella estaría satisfecha... pero oh q equivocados están, pues ella tenía fotos de la tia Pepita!! y por Dios que me las iba a mostrar. Ya ni sikiera podía pensar por lo fuerte de las carcajadas ambiente. Mi dignidad en el suelo, vomitando sangre, y ella aún se esforzaba para mearle la cara.
De alguna forma pude alejarme de esa casa y comenzar a reconstruir mi maltrecho amor propio.
Bueno, éste, señor /señora, es el momento incómodo que quise relatarle en esta ocasión, para su analisis y disfrute.
Espero que mi incomidad sea de su agrado
sin más que agregar, se despide, siempre suyo
PaLiFoNk
Pd: la tia pepita?? no era la gran cosa.